Crítica de Berlín de Bea Setton – ingenioso y oscuro estudio de la obsesión de los años veinte | Ficción

Daphne Ferber, de veintiséis años, cree que es sabia en el mundo y buena para juzgar el carácter. En lugar de enfrentarse a sus defectos, huye de ellos. Al comienzo de la primera novela de Bea Setton, dejó Londres para empezar de nuevo en Berlín.

A medida que Daphne nos da información gota a gota, nos enteramos de que proviene de un entorno privilegiado, que no fue aceptada en un curso de filosofía de posgrado (a pesar de tener un título en Oxford) y que vive con sus padres. Rápidamente nos damos cuenta de que ella es una narradora poco confiable.

Daphne es un montón de contradicciones. Tiene baja autoestima, tiene problemas para hacer amigos y menosprecia a muchos de sus compañeros. No va a discotecas ni toma suficientes drogas para atraer a una banda, ni se siente cómoda con personas con empleos honorables. Muchas de las personas que conoce Daphne ya están en una relación. Está tanto agradecida como resentida con sus padres por «el manto de seguridad que sofocó mi impulso creativo y eliminó toda necesidad de mi vida».

Setton escribe con perspicacia sobre los efectos desestabilizadores de la vulnerabilidad y la soledad en un entorno desconocido.

Rápidamente queda claro, Daphne sufre un trastorno alimentario y miente para ocultar su comportamiento obsesivo: “Es casi imposible que un adicto diga la verdad sobre sus compulsiones”, observa en un momento de autorreconocimiento. Inevitablemente, comienza a ocultarse en todas las áreas de su vida. Avergonzada de su ociosidad, le dice a la gente que trabaja como au pair o que está haciendo un programa de doctorado.

Setton es bueno para transmitir la ansiedad de los millennials frente a un sinfín de posibilidades. Escribe con perspicacia sobre los efectos desestabilizadores de la vulnerabilidad y la soledad en un entorno desconocido. También hay mucho humor en el pensamiento excesivo y el enfoque cínico de Daphne para las citas.

Las cosas toman un giro más oscuro cuando se convence de que un novio rechazado la está acosando. Daphne no es un personaje particularmente simpático, pero empezamos a preocuparnos por ella cuando nos damos cuenta de lo poco convencional que se ha vuelto su vida. Setton construye su creciente paranoia y sentido de pavor con un tremendo efecto en esta lectura inquietante y apasionante.

Deja un comentario