“Nada se acerca”, observó Claude McKay hace un siglo, “la fascinación cálida y sincopada de Harlem”, con sus edificios atestados, sus teatros llenos de estrellas, sus actos, su ragtime y su jazz. El inicio de Harlem Shuffle, el nuevo y deslumbrante thriller de Colson Whitehead, es cuarenta años tras el renacimiento de la zona en la década de mil novecientos veinte. Atrás quedaron los días he-de-ho de la orquesta de Cab Calloway. En el Theresa Hotel, el «Waldorf de Harlem», resulta más probable que halle «un proxeneta y una chavala trabajadora en el bar que Joe Louis o bien una enorme dama de la sociedad negra». Pero Harlem prosigue siendo la capital negra del planeta, y Ray Carney encarna su optimismo y potencial, cuya suerte cambia cuando halla un fajo de billetes en el vehículo de su fallecido padre, suficiente para abrir una tienda de muebles en la calle ciento veinticinco.
Carney senior era un vecindario local, mas su hijo, Ray, «solo estaba levemente encorvado cuando se trataba de ser torcido». Durante el día, Ray sorprende a los clientes del servicio con los méritos de las sillas Collins-Hathaway; de noche, inspecciona un comercio regular, moviendo recursos robados. Tiene un título en administración de empresas enmarcado en la pared, mas eso solo puede llevarte a un sitio empapado de corrupción. Ray es rigurosamente pequeño hasta el momento en que su primo incompetente, Freddie, lo implica desapercibidamente en un atraco para hurtar cajas fuertes en el hotel Theresa.
El libro asimismo es un drama social que cuestiona la naturaleza de los prejuicios y de qué manera un ambiente limita la ambición.
En la década de mil novecientos cincuenta, Chester Himes puso el listón altísimo para Black Harlem con su serie protagonizada por los detectives negros Coffin Ed Johnson y Grave Digger Jones. Pero Whitehead no mira sobre el hombro. Como en las novelas de Himes, el lenguaje acá es limpio, picante y sabio con la lengua vernácula de la calle. El Harlem de Ray Carney asimismo es un planeta desorganizado y feo, donde un proxeneta que ase un cuchillo «desabrocha» a una trabajadora deshonrada; donde el gángster de Miami Joe y Freddie toman hasta el momento en que semejan «cucarachas empapadas de centeno que se precipitan desde el sol y la decencia».
Una historia de detectives puede parecer una desviación para Whitehead, mas el un par de veces ganador del Premio Pulitzer siempre y en todo momento se ha resistido a la clasificación. Esto fue evidente en su creación de un auténtico tren subterráneo para su renovadora novela de esclavos de dos mil dieciseis del mismo nombre (transformada en una apasionante serie de TV reciente del directivo ganador del Oscar Barry Jenkins), y en su brutal versión de la vida real de los años sesenta. historia de abuso y asesinato escolar en The Nickel Boys (dos mil diecinueve). En Harlem Shuffle, Whitehead amplía todavía más sus músculos literarios, superando los límites y las esperanzas de la escritura policial.
El libro asimismo es un drama social que cuestiona la naturaleza de los prejuicios y de qué manera un ambiente limita la ambición. Los matices de la topografía de Manhattan dirigen una gran parte de la acción, desde las casas de juego de Harlem, como Nightbirds, donde la atmosfera «aún estaba 5 minutos después de una enorme discusión y absolutamente nadie te afirmaba lo que sucedió». «No merezco un nombre», a la «ebullición maniaca» del distrito de diamantes de la calle cuarenta y siete, al país de los sueños de Strivers ‘Row, la burguesía negra.
La esposa de Ray, Elizabeth, medró en Strivers ‘Row. Sus progenitores, Alma y Leland, no esconden su decepción pues estaba «contenta» con un esposo cuya piel es demasiado obscura para pasar la prueba de la bolsa de papel cobrizo para ingresar al club de elite Dumas. Leland es miembro. Y en su trato con su yerno, Alma hace todo con una «saludable pizca de despecho».
Elizabeth está al lado de su hombre y Harlem; su conciencia social se ejemplariza en su trabajo para Black Star Travel. La compañía está ampliando la iniciativa de la guía de la era de Jim Crow The Green Book al administrar sendas de paso seguras y alojamiento a fin de que los afroamericanos crucen los Estados Unidos sin preocupaciones. Cuando la furia de los oprimidos revienta con los altercados de Harlem, el narrador describe de qué manera, con «turismos volcados como grandes escarabajos» y tiendas de atestes incendiadas, incendios y saqueos «mandan un mensaje» mas asimismo conminan negocios como el de Ray. Pese al letrero de “Negro detenido y explotado” afuera de su sala de exhibición, observa la noche balanceando un bate de béisbol.
Harlem Shuffle está construido como una desgracia tradicional de 3 actos. Jeopardy continúa en las sombras a lo largo de Ray. ¿Podrá alguna vez escapar de una vida enmarcada por conductos de aire sin salida y el «grito de metal» de los trenes elevados? Parte de el entretenimiento del libro es que te hace adivinar. Al final, me sentí, como Ray de Harlem: “Su efecto fue inconmensurable hasta el momento en que desapareció.
Harlem Shuffle de Colson Whitehead es una publicación de Fleet (£ dieciseis con noventa y nueve). Para respaldar a Guardian y Observer, pida su copia en guardianbookshop.com. Pueden aplicarse cargos de envío